Desde el lado de la demanda agregada, fue la inversión la que exhibió el mayor deterioro, con un desplome del 29,4% respecto del segundo trimestre de 2023. Asimismo, el consumo cayó 9,8%, y el gasto público lo hizo en un 6%, mientras que las exportaciones tuvieron un salto del 31,4%, ayudando así a contrarrestar el enfriamiento del mercado interno.
Con estos números, la economía sumó su tercer trimestre consecutivo en recesión. Las últimas estimaciones parecerían indicar que en el período abril-junio se tocó un piso, aunque la recuperación se muestra muy inestable hasta el momento.
La actividad económica, en modo «serrucho»
De cara a los próximos informes, julio fue un mes con datos alentadores en materia de actividad económica. La producción de autos creció 47,5% mensual, los despachos de cemento treparon 17,2% y el crédito al sector privado exhibió un alza real del 13,1%.
Sin embargo, en agosto se observaron deterioros en los indicadores del sector automotriz, de la construcción y del consumo de energía eléctrica por parte de grandes usuarios industriales, según informó recientemente un trabajo de la Unión Industrial Argentina. (Ambito)