De acuerdo a un reciente relevamiento de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), en la provincia de Buenos Aires hay unas 6 millones de hectáreas afectadas por la sequía y las heladas tardías.
“La situación de los campos en la provincia de Buenos Aires por la sequía histórica empeoró y afecta a unos 6 o 7 millones de hectáreas”, aseguró el presidente de Carbap, Horacio Salaverri, que calificó el año como “tremendamente malo” por esta situación.
Además, desde la entidad agropecuaria Carbap calcularon que son 63 los distritos afectados por la sequía de la provincia de Buenos Aires, cada uno con 150.000 hectáreas, lo que daría un número cercano a las 6 millones de hectáreas en total.
Asimismo, Salaverri añadió que al bajo perfil de agua en los suelos bonaerenses se le suman las altas temperaturas de los últimos días, al tiempo que subrayó que “las heladas tardías quemaron el poco trigo que estaba bueno”.
“Entendíamos que iba a haber unos 42, 43 distritos en donde se iba a reclamar la emergencia agropecuaria y en realidad la presentación fue por más de 60. Se ven situaciones muy angustiantes”, lamentó el titular de Carbap.
En detalle, no sólo muchos productores perdieron la cosecha de trigo, sino que en la provincia de Buenos Aires falta alimento para los animales, dado que no hay pasturas naturales, ni tampoco reservas para el invierno, según comentaron desde la entidad agropecuaria.
Acerca de si se puede hacer una estimación de pérdidas en el sector, el titular de Carbap dijo que “eso se verá cuando termine la cosecha de trigo”, pero aseveró que “el gran dilema va a ser que hay pérdidas que no son mensurables en la emergencia y que tiene que ver con los contratistas”.
“Los contratistas rurales, que alquilan los campos y que trabajan para hacer 5.000 hectáreas al año, no lo van a poder hacer. Entonces, el problema que tiene el agroproductor no se da por el costo que invirtió, sino por la imposibilidad de generar recursos”, advirtió Salaverri.
Asimismo, desde la entidad agropecuaria afirmaron que si bien las últimas lluvias lograron que se pueda sembrar soja en el oeste bonaerense, el problema es que en el resto de la provincia de Buenos Aires el nivel o perfil de agua está muy abajo, por debajo de los 6 metros.
“Si el productor siembra pero al tiempo tiene 37° de temperatura, el suelo se va secando y la planta no puede tomar agua. La situación en la provincia de Buenos Aires es preocupante. Estamos cada vez peor”, insistió Salaverri.
Finalmente, desde Carbap sostuvieron que este año “fue muy malo”, dado que las sequías se mezclaron con “heladas fuertes y tardías”, lo cual quemó mucho trigo en buen estado y no permitió generar reservas. (Diputados Provinciales)