«Reza una frase que para aprender sobre el pasado de ciertos lugares no hay que recurrir a los libros sino salir a la calle y contemplar. Esta es la propuesta del Museo Municipal de Puan: revalorizar el patrimonio arquitectónico».
Así se expresó la técnica Jorgelina Walter, responsable del MIB, respecto al proyecto que se viene realizando desde 2018 y que consiste en recorrer distintos sitios con historia de la mano de expertos para conocerlos e interpretarlos.
En esta oportunidad el 12º Free Tour de interpretación arquitectónica e histórica se llevará a cabo en la localidad de Erize, un pueblo que supo tener hasta mil habitantes y que guarda recuerdos de aquella prosperidad en sus tesoros arquitectónicos como la llamada Casa Erize.
Las ruinas de lo que alguna vez fue el almacén de ramos generales y oficinas administrativas se encuentran junto a la casa de Juan Bautista Narbaitz.
Si bien no hay datos registrados sobre la fecha de construcción los comienzos del comercio datan de 1883 cuando Francisco Erize oriundo de Oloron-Sainte-Marie (Francia) casado con Ana Lezla Bioy, emprendió un viaje en carreta desde la estación Pardo (Las Flores) para instalarse en lo que hoy es Villa Castelar, sobre la línea de frontera que delimitaba con los aborígenes conocida como paraje El Paredón, sobre la zanja de Alsina lindante al fortín Escudero.
Los datos históricos figuran en la Cronología para la historia de Puan III, de Cesar Michelutti.
Segun Gabriel López Quintana, cuya familia es oriunda del lugar, «Casa Erize Juan Narbaitz y Cía. Ramos Generales» fue un almacén completo que abastecía a toda la zona. Tenía dos escritorios para administración, almacén de comestibles, tienda, ferretería, corralón, despacho de combustible y compañías de seguro.
Es tan solo uno de los sitios que podrán conocerse además del club y una escuela de matrícula mínima que permanece abierta.
El evento para conocer más sobre el pasado y presente de este pueblo tendrá lugar el próximo sábado 23, a las 14, con punto de encuentro de la caravana vehicular en la Virgen de la Ruta 67.
La experiencia contará con la guía del arquitecto Roberto Rueda y de ex residentes quienes compartirán con los participantes del Tour las historias que atesora este poblado que supo de épocas florecientes.
“Los Free Tours nacieron en el año 2018 como un proyecto del MIB con motivo de conmemorarse el Día Internacional de los Museos y Monumentos. En dicha oportunidad se recorrieron algunos de los edificios más emblemáticos de Puan», contó la directora.
En aquel momento, la idea fue diagramada junto al arquitecto Roberto Rueda quien desde entonces es el facilitador de estos recorridos a los cuales se ha sumado la profesora Fabiana Álvarez, asesora histórica del MIB.
«La colaboración de ex residentes de Erize será de máxima importancia para dar con los solares en donde se levantaban algunos de los comercios y casas de familias, muchos de los cuales ya han desaparecido», comentó la técnica y responsable del MIB
Por otra parte, en el Club local se podrá apreciar una muestra de objetos y documentos y en la Escuela Nº 5 se llevará a cabo un taller de “Identidad y Pertenencia”.
Quienes deseen ser parte de este Free Tour deben acercarse hasta el punto de encuentro con su vehículo particular.
Una vez en Erize habrá una caminata que permitirá conocer la rica historia que se esconde en cada rincón de esta localidad que resiste a ser olvidada.
Este será el primer Free Tour fuera de la ciudad de Puan, aunque dentro del distrito.
Antes se realizaron recorridos por la necrópolis local, se visitaron viviendas con historia y se conocieron en detalle el centro histórico, la manzana fundacional y distintos establecimientos educativos.
Erize, un tranquilo terruño que no quiere pasar al olvido
Luciana Gómez, ex habitante de Erize, ex alumna de la Escuela Nº 5 y Contador Público independiente brindó detalles sobre la historia y presente del pueblo.
«Erize nació en abril de 1899 con el servicio público de ferrocarril, con la línea Guaminí Saavedra, de la mano de Juan y Francisco Erize quienes llegaron desde Francia y se asentaron en Castelar, una villa a 20 km de Puan. Luego adquirieron las tierras para trasladar su posta cerca de la estación que es lo que hoy conocemos como Erize», señaló.
Actualmente tiene 24 habitantes permanentes y cuenta con personas en tránsito como productores agropecuarios, ganaderos del lugar y gente que va de visita por el fin de semana.
«La comunidad de Erize está en permanente gestión y cambio. Tiene una delegación municipal que presta servicio de enfermería y ambulancia bajo el estricto cuidado de Mónica Elizondo, quien es enfermera y antigua residente del lugar. También cuenta con la biblioteca Modesta Montaña, inaugurada en 2013, por el Proyecto Pulpería. Su nombre es en homenaje a una querida docente que tuvo el lugar», comentó.
La capilla María Auxiliadora también es otro de los edificios emblemáticos y que los turistas se acercan a conocer.
Una mención aparte merecen la Escuela Nº 5 San Francisco del Monte que tiene 6 alumnos y el Jardín, que funciona en las mismas instalaciones y que tiene 4 alumnos. Los docentes viajan todos los días desde la zona a dar clases.
Al final de la calle principal del pueblo emerge el Club Social y Deportivo Erize una entidad de bien público de 105 años desde su fundación que actualmente gestiona su personería Jurídica. Hay una comisión y un equipo de colaboradores activo del Club, en pie y con ideas y propuestas para recuperar este espacio como un lugar de encuentro de la comunidad.
No hay comercios en funcionamiento aunque el lugar tuvo su auge comercial que será conmemorado en el Museo Ignacio Balvidares el próximo 23 de setiembre a través de una exposición de la que participarán ex residentes.
A Erize sólo se llega a través de caminos de tierra ya que el tren dejó de correr en los 90 y no hay colectivo que llegue hasta allí. Hace tiempo ya que cerraron los hoteles y pulperías que daban vida al lugar.
(Por Anahí González Pau/La Nueva)