El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, pronunció este lunes su discurso ante la Legislatura bonaerense, en el marco de la apertura del 152° período de sesiones ordinarias, y aprovechó para cuestionar las políticas de ajuste llevadas a cabo por Javier Milei.
“El extravagante experimento al que está siendo sometida la Argentina exige acciones extraordinarias del Gobierno provincial”, advirtió Kicillof en una de las primeras expresiones de su discurso en el que no se limitó a proyectar el informe de su gestión. “Confieso que me hubiera gustado iniciar esta segunda etapa en un contexto diferente. Estamos pasando por una circunstancia muy incierta y sombría”, alertó.
Luego apuntó contra las políticas desarrolladas en los primeros meses del Gobierno de Milei y advirtió: “Los problemas no se solucionan ni con motosierra, ni con dinamita ni con ajuste”.
Y agregó: “El presidente debe respetar a quienes democráticamente eligieron a sus intendentes, sus diputados y senadores, a todos sus representantes. Y eso es precisamente lo no está sucediendo: el Presidente no está respetando la voluntad de los bonaerenses y no está respetando a sus representantes y por lo tanto no está respetando a la provincia de Buenos Aires y su pueblo”.
Kicillof intentó quitarle a Milei el discurso del cambio. “No queremos que las cosas sigan como están. No somos el Gobierno de la continuidad, somos el verdadero Gobierno de la transformación”, se autodefinió el gobernador. Entonces pasó a las diferencias con Nación. “Pero esta voluntad de transformar no implica saltar al abismo o experimentar con recetas esotéricas, anacrónicas, importadas o fracasadas por impactantes que parezcan”, contrastó.
Y siguió con sus dardos apuntados hacia la Rosada. “Lo quiero decir con claridad: por decisión del Presidente, en base a su dogma ideológico, el Estado Nacional no sólo está aplicando un plan de ajuste tradicional y catastrófico, sino que está desertando de sus obligaciones más constitutivas, de sus tareas más elementales e irrenunciables. Estos 90 días nos dejan una primera enseñanza y advertencia: el Presidente Milei no quiere achicar el Estado, quiere desintegrarlo”.
Sin cambiar el tono, Kicillof se metió en la puja que mantiene el Presidente con los gobernadores. “Argentina es federal, así que Milei debe respetar a las provincias y a sus pueblos, eso implica cumplir leyes y normas, y dejar de extorsionar a los gobernadores para que aprueben leyes que lastiman los intereses de sus provincias. Juramos sobre la Constitución de la Provincia de Buenos Aires defenderla y hacerla cumplir. Eso haremos” sostuvo.
Para Kicillof, “el pueblo y la historia juzgarán como imperdonable la indiferencia y hasta el goce sádico por el sufrimiento ajeno que estamos presenciando”.
A su criterio, “el Presidente no está respetando la voluntad de los bonaerenses y no está respetando a sus representantes y por lo tanto no está respetando a la provincia de Buenos Aires y su pueblo”.
“En muy poco tiempo, en el vértigo de menos de tres meses de gobierno, va quedando dolorosamente en evidencia que las propuestas y valores que ganaron no conducen ni a una mejor sociedad ni a una mejor economía”, afirmó.
En su mirada, “nunca un ajuste es inevitable, jamás el dolor y el sufrimiento de los que ya sufren es el remedio para nuestros problemas”.
“Nuestro pueblo ya hizo demasiados sacrificios. No negamos las dificultades que debe enfrentar el gobierno nacional pero los trabajadores, los sectores medios, los más vulnerables no pueden seguir haciendo sacrificios”, enfatizó.
La ceremonia, pautada inicialmente para el viernes pasado, fue reprogramada por un pedido del gobernador, ante la posibilidad de que la Asamblea Legislativa local se superpusiera con la nacional, imposibilitando su participación en la ceremonia en el Congreso de la Nación, donde Milei habló el viernes a las 21.