Tras un año desde que fuera diagnosticada con un tumor abdominal, la pequeña Iris regresó a la colonia San Miguel Arcángel junto a sus abuelos, celebrando con alegría el haber superado la prueba más difícil de su corta vida.
Iris Mailen Kraft, de tan solo 4 años, fue recibida con un cálido y amoroso recibimiento por parte de su comunidad. Esta pequeña de San Miguel logró recuperarse tras un largo periodo de tratamiento en el hospital Garrahan, donde enfrentó las adversidades con valentía. Durante este tiempo, la solidaridad de la comunidad fue clave, brindando apoyo constante a su familia en los momentos más complicados. Este espíritu de unidad y empatía que caracteriza al pueblo fue fundamental para transformar la realidad de Iris y sus seres queridos.

En este emotivo regreso, cabe destacar el papel de sus abuelos, Silvia y Adrián, quienes se convirtieron en un ejemplo de fortaleza y amor incondicional. Desde el inicio de esta odisea hace más de un año, estuvieron al lado de Iris, acompañándola en cada etapa del tratamiento en distintos nosocomios y celebrando con ella cada pequeño avance.
El diagnóstico inicial fue devastador: cáncer. Tras una serie de estudios, se confirmó la presencia de un tumor abdominal, lo que marcó el inicio de una lucha intensa y extenuante. El tratamiento buscaba no solo reducir el tumor, sino también detener su avance, el proceso impactó la salud de Iris. Sin embargo, la pequeña demostró una valentía admirable, sostenida por el amor de su familia y el compromiso de los profesionales médicos que la acompañaron desde el primer día de internación hasta su alta.
Hoy, la historia de Iris es un testimonio de esperanza, resiliencia y del poder de la solidaridad. Su regreso a casa simboliza no solo la victoria de una niña que enfrentó al cáncer, sino también la fortaleza de una comunidad que se unió para hacer frente a la adversidad.