Miguel Mascaro, de 51 años, ingeniero agrónomo y docente de la Escuela Secundaria Agraria N°1 “Ezequiel Martínez Estrada” de Goyena fue distinguido entre más de 4.000 educadores de todo el país durante el certamen Clarín-Zürich que premia a quienes han logrado dejar huella entre los estudiantes.
Mascaro, nativo de Goyena, fue reconocido por promover el trabajo interdisciplinario y colaborativo con énfasis en el aprendizaje basado en proyectos y la inteligencia emocional como herramienta didáctica.
De este modo, recibirá la suma de 500 mil pesos, aunque el reconocimiento mayor ya lo obtuvo en Buenos Aires, cuando se presentó en la gala que se llevó a cabo con la presencia de los últimos seis semifinalistas. Tres fueron los que recibieron premios económicos: un primer puesto y dos menciones.
El “profe” da clases en la misma comunidad donde nació, un pequeño pueblo de 600 habitantes situado en el distrito de Saavedra.
Se hizo merecedor del premio por su proyecto docente que apunta al aprendizaje basado en iniciativas interdisciplinarias donde los alumnos participan y aprenden sobre diversas ramas: desde las ciencias naturales, hasta la tecnología y el emprendedurismo.
A lo largo de sus 17 años de trayectoria docente, desarrolló más de 70 proyectos educativos donde más de 300 estudiantes alcanzaron instancias nacionales y regionales en diversas competencias.
Además, más de la mitad de los alumnos que participaron en sus proyectos lograron mejorar su rendimiento académico y también pudieron incorporar nuevas habilidades, como el trabajo en equipo, el compromiso y el cuidado del ambiente.
Durante sus años de estudiante se desempeñó como ayudante de cátedra, experiencia que sembró en él la vocación de la docencia.
“Elegí ser docente por amor a esta bella profesión que me permite acompañar el proceso de crecimiento y superación de mis alumnos”, había señalado a La Brújula dos meses atrás, cuando había quedado entre los seis educadores más destacados.
Padres agropecuarios
Hijo de padres agropecuarios que inculcaron en su hijo los valores del esfuerzo y el trabajo, se graduó de la carrera de Ingeniería Agrónoma en la Universidad de La Plata. Enseñar siempre fue su pasión, por eso se inició tempranamente en esa misma facultad.
Actualmente trabaja como profesor en la Escuela Secundaria Agraria N°1 “Ezequiel Martínez Estrada”, en su pueblo natal.
Todavía sorprendido – en el programa del canal TN se difundió la premiación—dijo sentirse “gratificado, emocionado y feliz”.
“Es un honor haber recibido una mención durante un certamen de tanto prestigio como es Clarín-Zürich y debo destacar el acompañamiento e interés puesto de manifiesto por mi trabajo. Fue un gran halago”, explicó.
El equipo de producción, periodistas y camarógrafos se instaló en Goyena para tomar imágenes de su tarea cotidiana en la escuela. En esa oportunidad dialogaron con Miguel, con el equipo directivo y con numerosos estudiantes, que invariablemente, mencionaron palabras halagadoras sobre el docente a nivel humano y profesional.
“Desde que empezó el concurso me sentí halagado, reconocido. Las muestras de cariño y afecto fueron incesantes y eso no deja de ser muy importante después de ejercer con pasión una carrera docente durante tanto tiempo”, destacó. “Llevo nada menos que 23 años”, agregó.
Miguel trata de dejarles herramientas a sus estudiantes, aunque siempre aplicando un tipo de inteligencia que sigue valorando más que nunca: la emocional.
“Creo que es una estrategia didáctica que potencia y fortalece las habilidades, conecta inquietudes y genera una gran motivación, en definitiva, el objetivo principal”, añadió.
“Procuro que los chicos estén motivados, porque es la mejor manera de contribuir a aulas repletas de sueños. En definitiva, a un futuro mejor”, concluyó.
Miguel está casado y es padre de familia. “No sé todavía con certeza cómo destinaré el premio, pero creo que los que me bancan siempre en esta pasión son mis chicos y mi esposa”, se sinceró.
El encargado de elegir a los seis finalistas de la esta edición fue un jurado conformado por especialistas designados por seis prestigiosas ONGs de educación: Asociación Conciencia, Fundación Cimientos, Enseñá por Argentina, Proyecto Educar 2050, Observatorio Argentinos por la Educación y Fundación Noble.
Los seis semifinalistas, todos docentes cuyas historias generan un impacto en sus estudiantes, colegas y comunidad, provenían de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza y La Pampa.
Damián Ortiz, el mendocino que obtuvo el premio mayor, es profesor de matemática y la enseña de una manera muy particular: a través de un canal de YouTube y de juegos.
El destinatario de la otra mención fue Marcelo Ranzoni, de la Escuela Técnica ORT N° 2 A845 de CABA. (Cecilia Corradetti/La Brújula 24)